martes, 27 de agosto de 2019

MAD. Crónica de una muerte más o menos anunciada.


Sería el año de 1975 o 1976 cuando tuve conocimiento de la revista MAD, mi papá llevó una a casa y por alguna extraña razón no nos permitió a mis hermanos y a mi hojearla (esto se salía de lo común, ya que era raro lo que mis padres nos prohibían leer, es más, fuera de una Playboy que compró mi padre y esta fueron las únicas cosas que nos prohibieron). Recuerdo la portada, el icónico rostro de Alfred E. Newman que abarcaba casi toda la cubierta, y él a su vez, se encontraba medio cubierto por una especie de neblina verde.

A escondidas y con descuido de mi padre, o tal vez, dejándola él a propósito a nuestro alcance por quien sabe qué extraña pedagogía conductista para nuestra educación, la pude hojear. Sólo recuerdo un chiste, el de un arquitecto que le dejaba los planos a los obreros de una construcción y con los mismos aplastaban una mosca, dando como resultado la construcción de un edificio que en el frente marcaba la gigantesca silueta de la mosca en relieve, para mi joven edad resultó graciosísimo.
Ahora entiendo que la razón por la cual no nos permitían verla de niño era por el espíritu irreverente de la revista misma, y es que MAD (Locura, en una traducción literal), desde su primera aparición original en USA en 1952 por el editor William M. Gaines, como respuesta a la censura y caza de brujas ante las revistas de historietas debido al ambiente anti-comunista que permeaba a Estados Unidos, fue siempre una publicación trasgresora que se caracterizaba por sus sátiras al cine, la televisión, la política y en general al “American Way of Life” mismo.

No recuerdo mi siguiente encuentro con la revista MAD, pero seguramente fue la edición mexicana que se editaba desde Monterrey bajo el título de “MAD EN ESPAÑOL” que se publicaría desde Mayo de 1978 hasta una edición especial en 1983, publicando un total de 51 números y algunos ejemplares especiales. Esta edición se caracterizaba sobre todo por su traducción con demasiados localismos (e innumerables faltas de ortografía y redacción, que, hay que decirlo, le brindaban cierto encanto), esto no era nada malo, por el contrario, hacía que la revista fuera no sólo más cálida y divertida, sino más cercana a nuestra idiosincrasia. Un ejemplo fue la parodia de la película “El Imperio Contra-Ataca” (El Imperio contra KK) en donde encontramos este delicioso diálogo de cuando Darth Vader pelea contra Luke (Lucas) Skywalker:

Vader: ¡Lucas, fuiste un verdadero estúpido al querer salvar a tus amigos! ¡Tu destino está conmigo, únete a MI!
Lucas: ¡Never de limón!
Vader: ¡Te daré saludpodery hasta una galaxia entera
Lucas: ¡No! ¡No me convencerás! ¡¡Sácate!!
Vader: …y te daré chavas que son unos cueros!
Lucas: ¡Er… ¿y cuántas chavas?!


De esta manera conocimos a muchos artistas como el inefable Sergio Aragonés, a Don Martin, Dave Berg con su imprescindible sección de “El lado amable de…”, Mort Drucker y Jack Davis con sus parodias de películas, Al Jaffe y Duck Edwing entre muchos otros más, destacando, para esta edición regiomontana, también con parodias de cine y televisión, el arte de Sergio Flores M.
Posteriormente, en 1985 aparecería una segunda edición regia con el “usual equipo de idiotas”, Sergio Flores incluido, ahora con el título de “MAD EN MÉXICO”; esta edición contaba con menos páginas pero el mismo espíritu corrosivo de siempre, tratando temas como el Rock, el mundial de fútbol México 86 y la Jackson-manía entre otros temas, sin faltar las parodias de cine y televisión. MAD EN MËXICO tendría apenas treinta números para desaparecer de nuestro país por casi una década.


En ese periodo fue que comencé a leer la edición gringa, y para mi sorpresa descubrí algo que no era patente en las ediciones mexicanas, y es que el MAD original también se hacía espacio para la parodia y la crítica política, personajes como Bill Clinton, Richard Nixon o los Bush eran su “péguenle al negro”, en la actualidad hacen escarnio de Donald Trump, también fue en ese periodo de post-adolescencia en que me di cuenta que el humor gringo era muy diferente al humor mexicano, así que entendí que la tropicalización de la edición de Monterrey no sólo fue chistosa, sino también bastante ingeniosa y ocurrente, me atrevo a afirmar que es la mejor edición mexicana de la revista que se ha editado, con todo y sus errores ortográficos y de redacción.

Posteriormente se editó una tercera impresión mexicana también llamada MAD EN MÉXICO, dirigida por el Maestrísimo Sixto Valencia (q.e.p.d.). Esta edición corrió de 1993 al 2004 ya desde la ciudad de México, con mejor calidad de papel, en esta destacarían las aportaciones de autores mexicanos como Jesús Jiménez Rubí (Chuy), Alberto “El Negro” Hinojosa, el mismo maestro Sixto y algunos trabajos experimentales de Frik y José Quintero que aunque excelentes, estos últimos desentonaban un poco  con el espíritu de la revista.

Esta edición se caracterizó por presentar algunas traducciones más literales, vamos, le faltaba la tropicalización, además de que en los primeros números se tomaron la libertad de colorear los primeros números (Chisme al margen: Alberto Hinojosa me contó que él fue quien acusó al maestro Sixto con Sergio Aragonés del coloreado, y de inmediato los editores de USA ordenaron que se dejara de colorear, curiosamente, al poco tiempo, el MAD gringo empezó a realizar ediciones en color). Siendo honestos, esta edición no fue muy afortunada, a pesar de contar con grandes talentos, incluso, algunas traducciones carecían de ingenio, al grado que en casos, como por ejemplo, la parodia de “The X-Files” le pusieron “¡Qué tipos!”, o la de Forrest Gump, la titularon así, simplemente, sin nada ingenioso u ocurrente.

            

Hubo una cuarta edición de Editorial Mina en donde destacaron los ingeniosos guiones de León Márquez y Genaro ltamira, en lo local, aparecieron artistas como Bachan, Augusto Mora y Pepeto entre otros, con el regreso de Sergio Flores, quien no apareció en la tercera edición, sin embargo, en cuanto al material original gabacho también adolecieron de traducciones bastante literales. Esta edición ha sido la más larga en la historia de la publicación en México, con 110 ejemplares, aunque curiosamente ha sido la menos popular (al momento de escribir estas líneas y documentarme creía que era parte de la edición anterior).

En la actualidad, editorial Televisa ha publicado recopilaciones de material ya viejo,
como un especial de Spy vs. Spy u otro de lo mejor de Sergio Aragonés, así como un especial con casi todo el material que parodiaba súper héroes y de manera más reciente uno sobre el actual presidente de E.U. Donald Trump, con traducciones que también se quedan en lo literal y sin autores mexicanos.

El día dos de julio se empezó a correr en las redes un rumor que tristemente se confirmaría al día siguiente, la revista MAD original en Estados Unidos cierra; esta revista tiene al momento de escribir estas líneas una continuidad que data desde 1952, con un total de 550 números en su numeración mensual original y nueve ejemplares con nueva numeración y periodicidad bimestral hasta el momento, abarcando así casi 70 años de publicación, la revista continuará publicándose por dos números más al momento de escribir estas líneas y continuarán editándose números con material “clásico” hasta que termine el periodo de vencimiento de lectores subscriptores.

¿Por qué cierra entonces esta revista, que es toda una institución en cuanto al humor y la parodia? La explicación más obvia se debe a las bajas ventas de la publicación, en estos tiempos de inmediatez el competir con publicaciones digitales parece ser una insensatez, y tal vez haya mucho de cierto en esto, sin embargo, uno no puede dejar de cuestionar si hay otros factores más “obscuros” detrás de esto.

El mes de junio pasado salió a relucir la noticia de que el New York Times dejaba de publicar caricaturas políticas, al razón dicen se debió a que…

"Los inconformes aseguran que esta medida se da después de que el rotativo publicó una caricatura con la imagen de Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, como un perro guía, con la estrella de David colgando de su collar, llevando a un presidente Trump con una kipa en la cabeza, dibujada por Antonio Moreira Antunes, un caricaturista portugués, que fue condenada por antisemita al usar imágenes de propaganda nazi."(https://veme.digital/no-mas-caricaturas-politicas-en-el-nyt/).


También, el primero de junio de este año, al caricaturista canadiense Michael de Adder le fue cancelado su contrato en el Brunswick News justo después de haber publicado una caricatura en donde Donald Trump está jugando golf y se encuentra un par de cadáveres de refugiados a los que les pregunta: “¿No les molesta si juego aquí?”. Adder mismo dijo al Washington Post que… “El único tema que se me dijo que era tabú es Donald Trump” (https://www.politico.com/magazine/story/2019/07/01/the-end-times-of-the-political-cartoon).


Parece demasiado coincidente que la revista MAD cierre justamente en estos momentos, sobre todo si revisamos que en recientes ejemplares el escarnio hacia el presidente de Estados Unidos es más que patente, presentándolo como uno de los gobernantes más estúpidos y grotescos con los que Norteamérica ha tenido, ya saben, sospechosista que es uno.

Mas podría haber un tercer factor, aunado a estos dos anteriores, y es que el cierre de esta revista se deba efectivamente a las bajas ventas de la revista en una época en donde la corrección política y la exigencia de una inclusión forzada a las “minorías” (raciales, religiosas, de género o de gustos cinematográficos inclusive) no den lugar a una revista de este tipo, convirtiéndola en algo tal vez obsoleto.

Al igual que los Supermachos de Rius, la revista MAD procuró divertirnos antes que nada, no olvidemos que esa era su misión y su visión, entretener empleando el humor más corrosivo e inmisericorde posible, Y al igual que nuestro maestro michoacano, nos ayudó en algunos momentos a tomar conciencia del mundo en que vivíamos. Alfred E. Newman ha muerto. ¡Que viva el bufón!

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